PROGRAMAS DE PARTICIPACIÓN DE LOS EMPLEADOS
En la planta de la Bic Corporation de Milford, Connecticut, donde se fabrican plumas, rastrillos de rasurar y encendedores de cigarros, los empleados de producción se reúnen cada semana para revisar las ideas de la urna de sugerencias. Cuando un grupo manifiesta su apoyo a una propuesta, se transmite de inmediato al supervisor correspondiente, quien tiene 10 días para instituir el cambio.
En la planta de armado de motores de avión de General Electric en Durham, Carolina del Norte, los 170 empleados de la compañía, para todos los efectos prácticos, se gobiernan solos. Nueve equipos producen los motores de chorro y los miembros tienen una sola instrucción: la fecha en que su siguiente motor debe cargarse en el camión. Todas las demás decisiones son internas. Childress Buick, distribuidor de autos de Phoenix, permite que sus vendedores negocien y cierren los tratos con los clientes sin que requieran autorización de la gerencia.
Las leyes de Alemania, Francia, Dinamarca, Suecia y Austria exigen a las compañías que elijan entre grupos de empleados representantes que formen parte de sus consejos directivos.
El hilo común de los ejemplos anteriores es que ilustran los programas de participación de los empleados.